Cuando picas cebolla la mayoría de las veces acabas llorando, y no es porqué te de pena, sino porque la cebolla al cortarla libera un gas llamado alinasa que es muy irritante. Para evitar el lagrimeo uno de los mejores trucos es utilizar un cuchillo bien afilado pues de esta manera evitaremos desgarros en la cebolla y se libera menos alinasa. También podemos introducir las cebollas en la nevera una hora antes de que vayamos a picarlas, al estar frías liberan mucho menos gas y así de esta manera podremos cortar las cebollas con más alegría y menos pena.