Primeramente nos debemos de lavar las manos antes de tocar la herida siempre que nos sea posible según las circunstancias en las que nos encontremos.
Si la herida es pequeña o es una pequeña quemadura o abrasión pondremos la herida bajo el grifo con agua fría, de esta manera la hemorragia se reducirá y limpiara y seguidamente la vendaremos.
Si lo que tenemos es una hemorragia considerable llamaremos a la ambulancia y mientras esta acude taponaremos la hemorragia y mantendremos la hemorragia por encima del nivel del corazón para que la sangre deja de fluir en la medida de lo posible; utilizaremos vendas para envolver la herida, nunca algodón o tejidos con hilos pues estos se pegarían a la herida o se mezclaría en la hemorragia.